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Tijuana – Foro Transfronterizo. El 15º Foro, una vez más, reunió bibliotecarios de ambos lados de la frontera, asistieron unas 100 personas. El programa duró tres días, con ponentes de la estatura de la Doctora Estela Morales (UNAM), el Doctor Fred Heath (Universidad de Texas en Austin), y la Doctora Clara Chu (UCLA), quienes tuvieron a su cargo las disertaciones magistrales, seguidos por una larga lista de nombres nacionales y de EUA. El presidente de este Foro fue el dinámico Licenciado Armando Robles, Director de la Biblioteca del CETYS Mexicali, aunque físicamente el evento académico fue en Tijuana, en un excelente hotel muy cerca de la garita del cruce fronterizo, una zona comercial moderna de bancos, hoteles y restaurantes. Las dos actividades sociales fueron en el campus de la universidad en esta ciudad, la primera en la biblioteca, donde hubo un concierto de música clásica a cargo de un joven y talentoso estudiante. En la segunda, hubo comida mexicana aderezada con música grabada, que permitía quemar calorías y estirar los músculos, lográndose un gran ambiente de camaradería entre los participantes.
Bibliotecario sin fronteras. Como parte del evento, aunque sonará a presunción, recibí la gran distinción de dedicarme una sesión, para entregarme un diploma grabado en aluminio y montado en vidrio, con la distinción de llamarme “Bibliotecario sin fronteras”, por mi contribución a la fundación de este congreso binacional, que originalmente fue idea de colegas bibliotecarios de Arizona, como Charlene Baldwin (ahora Chapman University), Jenny Mueller-Alexander (Universidad Estatal de Arizona), entre otros múltiples nombres, con contrapartes de Sonora, donde el ya finado Carlos Salas jugó un papel vital. Charlene envió un video con una grata reseña de la evolución del congreso y la participación que he tenido en él durante 18 años, una mayoría de edad, lapso en el cual se han organizado 15 Foros. Como parte de dicha sesión, tuve una presentación con datos y unas 40 fotos de los pasados foros. Mirar esas fotos, fue observar la evolución de la vida en las caras de los participantes, algunos donde los rostros eran tersos, con cuerpos de tallas más chicas que las actuales, quienes, todos, hemos tejido una red de colaboraciones del Foro en este pasar del tiempo. El cual lamentablemente, no ha sido investigado o documentado, y creo que es una necesidad, por mi parte hice un recuento de lo que me ha beneficiado profesional, institucional y en mi personalmente.
Arribo. La llegada a Tijuana tuvo, quizá en muchas mentes algo de temor, ese que generan las noticias sobre el gran número de problemas violentos que tiene, sin embargo durante todo el evento, pudimos ver una ciudad normal, donde la gente camina, maneja, trabaja y hace su vida normal. Cuando llegábamos en avión, se nos vino a la mente esta situación, ya el piloto nos avisó que daríamos unas vueltas por el cielo de Tijuana, porque había tráfico. A los 20 minutos, nos permitieron aterrizar y nos enteramos que el Presidente de la República había llegado a estas tierras fronterizas, para darle atención a esta frontera. El regreso fue sin contratiempos, pero cargado con buenos recuerdos de interactuar con colegas de ambas fronteras, en ese entretejer se crea el binacionalismo, que tiene como objetivo el Foro Transfronterizo de Bibliotecas.
